¿De qué te preocupas?

Si tiene solución, ¿de que te preocupas? Si no tiene solución, ¿de qué te preocupas?
- Proverbio Chino -




Hace ya un par de años que me encontre con este proverbio, y me sentí completamente identificada.

Soy del tipo de persona que suele tomarse el mundo con calma y relajo, sin preocuparme por lo que paso o lo que puede pasar. No le busco la quinta para al gato, no veo por debajo del agua, no me meto entre las patas de los caballos.

Mi filosofía es tan simple como la frase citada: Si el problema tiene solución, ¿para que preocuparse?, calentarse la cabeza con un problema es lo más común entre la gente, que buscan mil y un forma de evadirlo o salir lo menos mal parado que pueden, cuando lo verdaderamente simple es buscar la mejor solución al problema, ejecutarla, dar por superado el asunto, y seguir con la vida.

Y si el problema no tiene solución, ¿hay algo que puedas hacer? Si no existe forma de evadir o solucionar el asunto, no queda más que afrontarlo, aprender de él, darlo por superado y seguir con la vida.

En eso pensaba esta mañana cuando me baje del bus en el terminal San Borja y caminaba hacia el paradero del Transantiago. Veía a la gente caminar a mi alrededor, apurada, aproblemada, ya estresada en este comienzo de semana. Y yo, calmadamente me dirigía a mi destino.

Porque sabía que ya esta semana comenzaría la congestión, y que probablemente me demoraría más en llegar a la oficina, por lo que salí de casa 15 minutos antes. Incluso me di el lujo de dejar pasar un transantiago medianamente lleno y esperar por uno más vacío.

Vi el problema que se venía, y busque la mejor solución por anticipado.

Porque mi vida y mi salud (tanto física como mental) es más importante que cualquier trabajo, plan de transporte o cualquier problema que se me ponga al frente. Mente fría para ver las opciones y elegir la mejor, o entereza para soportar lo que viene. Luego, dejar que el agua corra y seguir disfrutando de la vida.

(Pero recuerda no exagerar)